En febrero de 2025, una de las imputadas se valió de una relación de confianza para ofrecer a la víctima acceso a electrodomésticos mediante una supuesta ayuda social. Le solicitó una fotocopia del DNI y lo derivó a un local comercial donde, junto a la otra imputada, le hicieron elegir productos y firmar papeles bajo el argumento de que eran para constancia de la ayuda. Luego, lo trasladaron a otro comercio, donde ocurrió una operación similar. Días después, la víctima descubrió que se le había debitado una cuota correspondiente a un préstamo personal por una suma cercana a $1.200.000, con el que se habían adquirido, además de los productos que recibió, numerosos artículos adicionales que no había solicitado ni autorizado.
Segundo hecho
En marzo de 2025, otra persona fue citada a un local comercial bajo la promesa de recibir electrodomésticos gratuitos otorgados por el Estado. Allí, tras presentar su DNI y firmar documentos, recibió sólo uno de los productos que había elegido. Posteriormente, fue notificada por una financiera de una deuda correspondiente a un crédito personal que desconocía, el cual incluía otros productos adquiridos a su nombre y retirados por las imputadas.
Tercer hecho
Pocos días después, otra víctima fue llevada al mismo comercio con idéntico pretexto. Firmó documentación supuestamente necesaria para validar la “ayuda social”, recibió algunos productos y más tarde fue contactada por una empresa financiera, que le notificó una deuda correspondiente a un préstamo que no había solicitado. En la compra figuraban electrodomésticos que nunca recibió, pero que fueron adjudicados a su nombre.
Cuarto hecho
En otro caso, ocurrido el 15 de marzo, una mujer fue inducida a firmar papeles tras ser informada que había ganado un sorteo para recibir ayuda del gobierno. Las imputadas le hicieron creer que podía usar una parte del supuesto subsidio y que el resto debía compartirlo con ellas. Tras recibir algunos productos, descubrió que figuraba como titular de un crédito por $15.000.000, destinado no sólo a los productos que eligió, sino también a una importante cantidad de electrodomésticos que habrían sido sustraídos por las acusadas.
La investigación continúa con la recolección de pruebas documentales, declaraciones testimoniales y análisis crediticios, con el objetivo de determinar el alcance total de las maniobras delictivas y si existen más personas involucradas. Las imputadas están acusadas de los delitos de estafa y administración fraudulenta, y se analiza el perjuicio económico total causado a las víctimas.