En lo que va del año, más de 23.800 personas fueron atacadas por perros en Argentina. Según el último Boletín Epidemiológico Nacional, durante 2024 se registraron 52.185 mordeduras caninas de diversa gravedad. Si se mantiene la tendencia, para fines de 2025 se superarán los 57.000 casos. Desde mayo de 2023, estos hechos pasaron a ser considerados eventos de notificación obligatoria en el sistema de salud. La decisión obedece al impacto que tienen en la salud física, psicológica y social de las víctimas, además del riesgo de enfermedades zoonóticas como la rabia.
Las lesiones van desde rasguños hasta heridas profundas que requieren internación. El Ministerio de Salud atribuye el aumento de ataques a la tenencia irresponsable de mascotas, al crecimiento de la población canina y a la urbanización desordenada. Los niños de entre 5 y 9 años representan el grupo más afectado, según datos oficiales. Le siguen los menores de 0 a 4 años y los preadolescentes de 10 a 14. En la mayoría de los casos, las lesiones en la infancia exigen tratamientos prolongados e incluso cirugías. El Boletín señala que la red de establecimientos notificadores pasó de 33 centros en mayo de 2023 a más de 600 en 2025, lo que también contribuyó al aumento en las cifras registradas.
“La situación en la provincia es muy similar a la de hace más de 10 años, con los mismos porcentajes y características”, afirma Luis Ernesto De Chazal, veterinario y supervisor del área de Zoonosis del Siprosa. Sostiene que hay más perros y que el principal problema radica en la falta de comprensión sobre el comportamiento animal. “Un perro piensa como un perro, pero la gente cree que piensa como nosotros”, advierte.