El Lamborghini Huracán Spyder rosa que Wanda Nara lució en la audiencia de divorcio en Milán tiene una historia cargada de significado. Fue el auto con el que Mauro Icardi selló su romance, comprado en 2016 cuando el futbolista brillaba en el Inter y la pareja posaba como símbolo de lujo y éxito.
Con un diseño descapotable y tecnología de punta, este vehículo no es sólo velocidad, sino una joya de ingeniería que pasó de ser el testimonio de un amor a un manifiesto personal. Tras años de compartirlo y pasear con figuras como Susana Giménez en París, Wanda decidió transformarlo con un ploteado rosa chicle, convirtiéndolo en un símbolo de su independencia y fuerza.