Los kioscos tampoco escapan a la crisis. En solo un año bajaron sus persianas 16.000 locales, dejando al sector con menos de 100.000 comercios activos por primera vez en décadas, de acuerdo con la Unión de Kiosqueros de la República Argentina.
La recesión, la inflación y la competencia desleal cambiaron los hábitos de consumo: la gente compra menos, elige segundas marcas y ajusta gastos básicos. Dos rubros emblemáticos de los barrios sobreviven hoy con lo justo.