La funcionaria explicó que el mercado estadounidense consume alrededor de 12 millones de toneladas métricas de carne bovina al año, de las cuales aproximadamente 10 millones se producen dentro del país.
Rollins también subrayó que el Departamento de Agricultura tiene la responsabilidad de resguardar la seguridad del sector ganadero estadounidense, al advertir que “Argentina enfrenta un problema de fiebre aftosa”, una enfermedad que genera preocupación sanitaria en los mercados más exigentes.