“El subdiagnóstico de la hipertensión es un problema crítico”, afirmó Pablo Rodríguez, presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA). “Muchas personas no se toman la presión arterial con la frecuencia necesaria, que debería ser al menos una vez al año a partir de los 18 años, y dos veces al año después de los 40”. Esta falta de detección temprana impide el tratamiento oportuno y aumenta el riesgo de complicaciones. Además, incluso entre aquellos que han sido diagnosticados con hipertensión, el control de la enfermedad es deficiente. Varios factores contribuyen a esta situación, incluyendo la falta de adherencia al tratamiento, estilos de vida poco saludables, la prescripción inadecuada de medicamentos o el acceso limitado a la atención médica, señaló.