Según la investigación, las víctimas eran forzadas a cumplir extensos turnos diarios, desde las 9 hasta las 21. Se detectaron víctimas en distintas situaciones de vulnerabilidad, lo que agravaría aún más la acusación delictiva. Se conoció extraoficialmente que entre esas condiciones de vulnerabilidad, se observó a una embarazada y a una víctima que podría ser menor de edad. De todas formas, esto no fue confirmado de manera oficial, justamente.