Aún sin cifras oficiales disponibles, los analistas y operadores del mercado estarán atentos a las primeras cotizaciones del lunes, para calibrar el impacto real del anuncio presidencial. La amplitud del rango establecido ofrece cierto margen de maniobra al Banco Central, pero también supone riesgos si las expectativas devaluatorias se imponen sobre las herramientas de contención previstas por el gobierno.
El contexto macroeconómico, caracterizado por una inflación elevada, bajo nivel de reservas y una fuerte recesión, condiciona la implementación de cualquier medida de estabilización. En este escenario, el desempeño del tipo de cambio será observado con atención tanto a nivel local como por parte del FMI, que sigue de cerca la evolución de las variables acordadas en el nuevo programa.