De acuerdo a la investigación, el día 6 de octubre, la mujer y los otros dos individuos se presentaron en la casa del anciano, a quien le quisieron vender unas chapas. El hombre no estaba interesado en la compra, pero, sin embargo, se quedó conversando con la acusada mientras los otros dos se retiraron. Ahí fue cuando esta le ofreció sus servicios como cuidadora. La mujer regresó al día siguiente y una vez dentro de la casa, llevó al hombre a un dormitorio. En estas circunstancias ingresaron el sujeto de 22 años y el otro individuo no identificado, los que ataron y golpearon a la víctima, logrando apoderarse de herramientas y la suma de 500.000 pesos.