En este contexto, la UTA decidió convocar a un paro sorpresivo e indefinido a partir del próximo miércoles, como medida de presión para revertir las decisiones de AETAT y buscar una solución a la crisis. La acción gremial, que se espera tenga un fuerte impacto en la provincia, se suma al clima de tensión que ya se vive en San Miguel de Tucumán por la problemática del transporte público.
El paro afectará a miles de tucumanos, quienes enfrentarán serias dificultades para trasladarse dentro de la ciudad, agravando aún más la situación de precariedad en el sistema de transporte local. La UTA ha dejado en claro que la medida de fuerza continuará hasta que se logren respuestas favorables para los trabajadores y el servicio.