Esto se debe al adelanto del invierno en todo el país. De hecho, los tomates que hoy se consiguen no sólo están caros, sino que se ven amarillos o verdosos, porque no alcanzaron a madurar debido a las bajas temperaturas. También se sumó el virus rugoso, que afecta al tomate y al pimiento, y ha hecho daño en estos cultivos en varias localidades.
Con una disminución de la mercadería disponible, por el clima y enfermedades, y como el mercado se maneja por oferta y demanda, los precios se fueron hacia arriba.