“Tucumán no es una isla, obviamente, y estamos teniendo acá más de 30 despidos. Lo cual significa, para ponerlo en términos porcentuales, afecta al 15% de los trabajadores y trabajadoras de Anses en la provincia. Es una brutalidad. La gran mayoría de estos trabajadores y trabajadoras despedidas son gente de atención al público. Es una situación realmente incomprensible”, graficó Juan Manuel Carabajal, delegado gremial de la Asociación del Personal de Organismos de Previsión Social (Apops).
El recorte de personal motivó que las delegaciones de Bella Vista y de Famaillá se vieran obligadas a suspender la atención, debido a que se quedaron sin personal para recibir al público.
La situación se agrava porque en Tucumán no hay gerentes designados por la Nación desde la finalización del mandato de Alberto Fernández. Así, las respuestas escasean.
En efecto, desde febrero se baraja la posibilidad de que al frente de la delegación regional de Anses quede el ex intendente radical de Bella Vista, Sebastián Salazar. Sin embargo, el nombramiento aún no se efectivizó.