Los ayudantes de campo serán Matías Biscay y Hernán Buján, parte importante de los 14 títulos que el oriundo de Merlo consiguió en su primera etapa en el club. De hecho, el primero de ellos tuvo que dirigir las dos finales de Libertadores -2015 y 2018- que levantó Gallardo. Frente a Tigres, Napoleón, como lo apodó el relator partidario Atilio Costa Febre, debió cumplir una suspensión obtenida en el partido de ida en México, mientras que contra Boca no pudo asistir a ninguno de los dos cotejos por haberse metido al vestuario en la semifinal ante Gremio, en Porto Alegre, cuando tenía una sanción vigente de la Conmebol.
La cuestión física estará manejada por hombres que también son de su confianza y que también han trabajado a la par. Por eso, Pablo Dolce estará a cargo de la preparación del plantel. Otro que pegará la vuelta será Jorge Bombicino, kinesiólogo que no había viajado con él para acoplarse al equipo de trabajo de Al-Ittihad de Arabia Saudita por cuestiones laborales.
Más allá de que están confirmadas las presencias de César Zinelli y Mariano Barnao como asistentes todoterreno, todavía falta definir al segundo preparador físico y al entrenador de arqueros, por lo que Gallardo se tomará los próximos días, antes del entrenamiento del lunes, para poder confirmarlos y trabajar a la par de ellos.